Una historia de vacaciones en Roma, pero no bonita como la de Audrey Hepburn, sino triste y neorrealista como la de los buenos italianos, falleció en la tierra de sus antepasados, tierra a la que
su personaje en la ficción, deseaba ir para reencontrarse con sus orígenes, hasta que se enfrenta
con el mezzogiorno y la realidad de
Nápoles, cuando Tony viaja al sur de la bota en la segunda temporada.
A Tony Soprano no le definía en lo personal
ser Italo-americano, como le decía a Silvio, cuando volvían a casa por la noche,
en aquel capítulo sobre el día de Colón:
“Déjame preguntarte algo, ¿todas las buenas
cosas que tienes en tu vida te pasan porque eres calabrés?...te diré la
respuesta ¡No!, tienes un hijo espabilado, que va a entrar en la uni…tienes una
mujer con un culazo ,al menos lo tenía cuando te casaste con ella…eres el
propietario de uno de los garitos de topless, con más beneficios de Nueva
Jersey…¿toda esa mierda te llega por ser italiano?, ¡No!, ¡La tienes porque
eres tú, porque eres listo!, ¡por lo que cojones sea!, pero la autoestima no te
llega por tus orígenes, por Colón, o por El Padrino…”
Ayer
un ataque al corazón, se ha llevado al actor que daba vida a Tony, ¡cuore
ingrato!...como cantaba su tío Junior en aquel episodio…el patriarca de
la familia Soprano, era sin duda el personaje más complejo que se ha escrito
desde Hamlet, un relato existencialista de casi 90 horas, en las que desde el
principio, era imposible no profesar empatía y cariño al grandullón, que se
entristecía porque los patos de su piscina migraban hacia el norte…
Cada
vez que alguien fallece, por esa cosa necrófila del ser humano, suenan a bombo
y platillo frases del tipo, "hoy se va uno de los mejores…", pocas veces esa frase
tan inflada es cierta, hoy sin lugar a duda es uno de
esos días.
De
entre todos los grandes momentos que ha dejado Gandolfini, a mí, el que más me impacta, y quizá mi escena favorita
de toda la serie, es aquella en la que Tony está viendo “The public enemy”, acaba de tener uno de sus ataques, justo cuando
Meadow le presenta a su nuevo novio negro, Tony se muestra intransigente con
él, y después de un duro día se pone esta película, melancólica como él, desde
que suenan las trompetas del “i’m forever
blowing bubbles” de los títulos de crédito, (una canción nostálgica sobre
perdedores), Gandolfini hace que te estremezcas con su interpretación.
Al
ver a James Cagney restregarle la
napolitana del desayuno, a la arpía de su hermana, Tony se acuerda de la suya, aquella zorra llamada Janice.
Cuando
ve la incapacidad que tiene el personaje de ganarse la aprobación de su madre,
Tony, por una infinidad de razones, se siente exactamente igual que James Cagney, y cuando este deambula gravemente herido bajo la lluvia, mientras
entredientes se le escapa un “I ain’t so
tough”, justo antes de desmayarse, Tony se identifica con el cansancio del
personaje, hastiado por todos los golpes que le han dado.
En la película que está viendo, solo cuando está todo perdido, cuando ya no queda un resquicio de esperanza, la madre muestra compasión por su hijo, a Tony la suya no le
concedió ni eso…y en la escena final, Tony no puede mas y se echa a llorar,
mientras la madre de James Cagney, se alegra porque éste vuelve a casa y limpia
su habitación con esmero, para que esté perfecta cuando su querido hijo llegue…
Además
de por Tony Soprano, Gandolfini será siempre recordado por aquel papel en “Amor a
quemarropa”, por salir en el reparto de aquella obra maestra de Los Coen que es “El hombre que nunca estuvo allí”, y más recientemente, (cuando haber dado vida a su personaje más paradigmático, ya le dejaba escoger papeles), por
salir en “La noche más oscura” de Kathryn Bigelow, y en “Mátalos suavemente” junto a Brad Pitt.
(No se si deberías seguir leyendo, si no has
visto el final de Los Soprano, aunque sin haberlo visto, hay mucha gente que lo
conoce, es algo de cultura popular ya…)
Hoy
mientras escuchaba “Don’t stop believing”
de Journey, me ha embargado la tristeza,
los seguidores de la serie, seguro que no pueden escuchar esa canción, sin
asociarla al final de la gran obra maestra que es “Los Soprano”, en aquel
capítulo Meadow llega tarde al
restaurante dónde el resto de la familia, espera mientras se come unos aros de
cebolla, la hija trata de aparcar el coche, la primera y la segunda vez falla
en el intento, y a la tercera lo consigue…no se si el guionista David Chase, juega con nosotros
advirtiéndonos de que han tratado de matar a Tony dos veces, y de que a la tercera
va la vencida…pero el caso es que no lo vemos.
Hay un fundido a negro repentino...y es que simplemente hubiera sido demasiado.
No puedes cargarte a Tony Soprano, sería algo inconcebible.
Hay un fundido a negro repentino...y es que simplemente hubiera sido demasiado.
No puedes cargarte a Tony Soprano, sería algo inconcebible.
Cuanto
más tiempo pasa, mejor es mi consideración con respecto a este final, que en su
momento me dejó mas bien cabreado…cómo le decía Boby Bacala a Tony cuando estaban hablando sobre la muerte, en una
barquita en medio del lago:
“Seguramente ni lo oigas, ni lo verás venir
cuando pase, ¿verdad?...”
Da
igual la interpretación que uno haga sobre el final de “Los Soprano”, la única
verdad, además de que a James Gandolfini
hay que ponerle una calle en Nueva Jersey, es que al actor, después de su
muerte, le sobrevivirá este personaje, por los siglos de los siglos.
Triste dia para la mejor serie de todos los tiempos.
ResponderEliminarComo bien ha comentado Gonzalo, ayer falleció el intérprete de uno de los mejores personajes, si no el mejor, que ha visto la pequeña pantalla.
Está claro que alguien ahi arriba quería ver The Public Enemy en la mejor compañia posible.
Si me tengo que quedar con una escena, esa seria el funeral de Jackie Jr, con Junior Soprano cantando " Cuore Ingrato" emocionando a todo el mundo, y Medow borracha tirandole trocitos de pan; sin palabras.
Descanse en Paz, James Gandolfini, descanse en paz Anthony Soprano.
Gran artículo, un saludo!
Muy bueno Gon. Todos esperábamos que fuese un bulo de Twitter pero por desgracia no... en fin siempre nos quedara la serie aunque ya no podremos sonreír al verle aparecer en una película y pensar "ese Tony bueno...". Joder si es que hasta mi madre me pregunto tres veces si era de verdad y me dijo "que pena el Antonio Soprano, con lo majete que era".
ResponderEliminarSin duda Tony fue de esos pocos mafiosos que nos han llegado bien hondo al corazón, todos entendimos y comprendimos que estaba haciendo lo que debía hace con Chris después del accidente (sin duda una de tantas escenas con las que me quedo).
DEP James Gandolfini, me quito el sombrero ante este gran actor.
Esa gorda eh eh, esa gorda eh!!!
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