jueves, 19 de mayo de 2011

Pa'luego I: "The Invention of Lying"

¿Os imagináis un mundo en el que la mentira no existiera? ¿En el que todo el mundo dijera la verdad porque no pudiera decir otra cosa? ¿En el que en todo momento se dice lo que se piensa, y queda poco margen para la opinión o la imaginación? Éste es exactamente el transfondo que propone esta película, que pasó sin pena ni gloria en su momento. La película se titula "The invention of lying" pero aquí se tradujo como "Increíble pero falso".

Tanto la película como las ideas que hay detrás son muy frescas y originales, y llevan continuamente al espectador desde la risa floja por situaciones absurdas a las más profundas e inquietantes reflexiones acerca de la naturaleza humana y social, y nuestra forma de relacionarnos. Para empezar, en un mundo sin mentira como ese, ¡la tele no existe! No como la conocemos al menos: los únicos programas que hay son noticiarios y tipos que leen libros de historia frente a una cámara. A la hora de ligar, el empirismo radical y la inevitable sinceridad de la gente lleva a valorar exclusivamente la carga genética (aka estar bueno) y lo gordo de la... cartera, malpensadillos. Vamos, que una cita se decide en pocos minutos, rebajándonos aún más a los feos y parados la posibilidad de mojehejeem... de encontrar pareja estable. No hay forma de esconder debilidades y sentimientos, y la gente te dirá que te odia/desprecia/teme con la misma facilidad con la que te dan los buenos días o la hora. Pues en este mundo tan kantiano y a la par escalofriante, un tipo cuarentón, gordo, parado y mediocre descubre de pronto algo que podría revolucionar el mundo tal y como se conoce (o mejor dicho, se sabe) ¡LA MENTIRA! Imbuido por ese poder casi divino, se propone cambiar su suerte, y ya de paso y casi sin quererlo, la del mundo entero...

Ahora, a diseccionar la peli:

Ricky Gervais interpreta a Mark Bellison, nuestro simpático y levemente atocinado prota. Para los que no os suene, es ese actor británico que la lió parda en la ceremonia de los Globos de Oro, poniendo a parir a todos los presentes y parte de los ausentes y mordiendo con muy poco estilo la mano que le daba de comer, con el consecuente cabreo que se pilló con él la comunidad "joligudiense". Si bien no es la interpretación de su vida, digamos que lo hace bastante bien y que da la talla de sobra para lo que se le pide.

Rick Gervais diciendo a todos esos actores y directores podridos de dinero lo malas personas que son vistiendo su traje de 3,500$ y bebiendo un whiskey del bueno desde el escenario de la gala de los Globos de Oro. ¡Chupaos esa, peces gordos! Porque las contradicciones son para pobres y gente sin talento...

LO BUENO:

- Lo primero, como ya he dicho, lo creativo, potente y profundo de la idea de un mundo sin mentira, y lo bien desarrollado que está en todos sus detalles este mundo y las consecuencias que podría tener. Si eres capaz de meterte mentalmente en la peli, te la pasas a medio camino entre la hilaridad y la angustia. No es del todo cómodo pensar hasta qué punto dependemos socialmente de la mentira...
- El ritmo es bastante bueno, y la peli está al alcance de todo el mundo. Es más que entretenida y todo el mundo pasará un buen rato viéndola.
- Aunque los actores principales lo hacen medianamente bien, el aspecto interpretativo gana enteros con algunos secundarios y breves pero intensos cameos: genial Jeffrey Tambor (el suegro de Resacón en Las Vegas) en el papel de jefe, y grandiosos cameos de Jason Bateman como doctor (Juno), Philip Seymour-Hoffman como barman (La Duda) o Edward Nolan (American History X) como peculiar agente de la ley.

LO MALO:
- Un guión de amor insulso típico de peli romanticona americana, sobre todo el último tercio de la película, te agua en un charco de helado de chocolate a medio derretir lo que podría haber sido un peliculón si los guionistas hubieran usado una idea tan buena como la del primer mentiroso del mundo para algo más que el típico pastelón cursi romántico de peli de después de comer. Las dinámicas secundarias entre distintos personajes tienen mucho más jugo que la trama principal, y no se explota.
- Con la intención de hacer algo de "crítica social" se cae en cosas muy burdas. Por ejemplo, la crítica a la religión que se hace en un momento dado es de lo más simplón e infantil (aunque gracioso, lo admito). No es que yo sea religioso, sino todo lo contrario; me parece que se podría haber hecho mucho mejor, más elaborado, divertido y profundo.

Porque no hay cosa más solemne que casarse bajo la paternal mirada xerografiada de un tipo repeinado que sostiene dos cartones de pizza...

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