miércoles, 26 de junio de 2013

El hombre de acero (Calzoncillos por dentro).





En una escena de la película, Clark Kent le dice a Lois que la “S” del escudo en el pecho significa esperanza en su planeta, como esperanza tenían muchos en que después del "Superman Returns" de Bryan Singer, la saga recuperara el caché del superhéroe por excelencia creado por Jerry Siegel en el Action Comics #1, con el objetivo de dar un referente ideal a los lectores y distraerles de la atmósfera depresiva de la época en la que se creó.

 Un superhéroe bíblico, que como Moises es dejado por su madre, en vez de en el Nilo, en una nave espacial, para librarle de la persecución que sufre su pueblo, Zack Snyder, seguramente muy influenciado por Christopher Nolan impregna a esta historia esa esencia, en esta entrega de Superman, el kriptoniano de metro noventa más famoso de la historia, llega al mundo para vivir en paz, descubre su verdadera naturaleza al resto de la gente cuando tiene 33 años y se sacrifica y lucha por la humanidad.




Chris Nolan.
Esta es una adaptación atrevida del superhombre que antaño se ponía los calzoncillos por fuera del pantalón, a riesgo de enfurecer a los fans ortodoxos del personaje, he de decir que me alegro de que por fin Superman se vista por los pies, (que dicho tan absurdo, me imagino a un señor sentado y desnudo poniéndose un calcetín...).

 En esta entrega Superman va embutido en un traje perfecto, de un azul oscuro elegante, hecho de unas partículas que parecen escamas de fibra de carbono, todas estas superficialidades, junto con una serie de enfoques diferentes, hacen que esta primera entrega, de lo que parece ser una nueva trilogía de la casa DC, nos recuerde a la trilogía del caballero oscuro de Nolan.


Pecho palomo, calzones por dentro...
Christopher Nolan produce la película que dirige Zack Snyder, con guión de David Goyer, la mano que mece la cuna es sin duda la del productor, se nota el toque  Nolan desde el tono, hasta ciertas ideas que desde el primer brainstorming, se abrieron paso hasta el producto final.

¿Qué pasaría si ser Superman  fuera una maldición en vez de una bendición?, en un fragmento de la película en la que el pequeño Clark Kent  habla con su padre Jonathan (al que da vida Kevin Costner), el niño afligido por su condición, le pregunta a su padre si esto se lo ha hecho Dios.

 La primera hora de metraje es brillante, sobre una historia por todos conocida, da igual que alguien no haya leído en su vida un cómic sobre el superhéroe, o que ni siquiera haya visto ninguna de sus película, aun así todo el mundo sabe lo que es el pueblo inventado de Smallville en Kansas, todo el mundo sabe quien es Lois Lane, que es el Daily Planet y que efectos produce la kriptonita en Superman, por eso es difícil hablar del superhéroe sin cansar al público, las escenas sobre los orígenes de Clark son cortas, las estrictamente necesarias, que se combinan con algunas nuevas que definen con acierto aristas emocionales del hombre de acero, (la relación con la madre, como murió su padre, la necesidad imperiosa del personaje por conocer sus orígenes).

  



Los cambios hechos en la primera parte de esta película, determinan las líneas maestras de un nuevo Superman, una historia en la que Lois Lane sabe cuidar de si misma y no necesita ser protegida constantemente, dónde Superman es un tipo sumido en contradicciones, en un síndrome de Ulises extraño, en una sensación apátrida combinada con un estoicismo, modulado por su padre de Kansas desde su más tierna infancia.





Desde el propio título a la casi nula referencia al nombre común del superhéroe, la historia trata de tener sustantividad propia y de distanciarse hasta del Superman original de Richard Donner, aquella película en la que Christopher Reeve viajaba atrás en el tiempo, volando a la velocidad de la luz, invirtiendo la fuerza de rotación de la tierra, haciendo que esta gire en sentido inverso, aquella película empezó una saga que cayó en una ridícula y graciosa decadencia desde la tercera entrega, en la que salía Richard Pryor.


Superman dandolo todo en el bar.
 Superman siempre ha sido un personaje atractivo para cualquier actor, Christopher Reeve lo dio siempre todo por el personaje, cada vez que se enfundaba las mayas, y nos quedamos con las ganas de saber como hubiera sido aquella adaptación que se quedó en el tintero, en la que Clark Kent iba a ser Nicolas Cage (un acérrimo fan del superhéroe, de hecho su hijo se llama Kar-El...), que iba a dirigir el gran Kevin Smith ("Clerks", "Dogma", "Persiguiendo a Amy").



           

Esta entrega se llama “El hombre de acero” y Superman solo es pronunciado de pasada por un soldado y el resto de la cúpula militar presente se sorprende al oir el apelativo.




En esta película al menos Superman es el protagonista y no un personaje circunstancial como pasaba en "Superman Returns", en dónde hasta te destrozaban el chiste explicándotelo de manera exhaustiva, en aquella escena en la que Superman, no contento con rechazar con la “S” del pecho las balas disparadas por una gigantesca ametralladora automática (que hubiera ganado por si sola siete guerras del golfo seguidas), se planta enfrente del malo en cuestión, que le dispara una bala al ojo, que se destroza y hace añicos tras impactar contra su retina…

Mirada del tigre.

Henry Cavill está correcto dando vida al superhéroe, rodeado por secundarios importantes como Kevin Costner y Russell Crowe, Michael Shanon está simplemente inmenso dando vida al antagonista General Zod, un militar cuya razón de ser es mantener la existencia de la raza kriptoniana, este actor  conocido por salir en películas de Jeff Nichols como "Take Shelter" y "Shotgun Stories" y también por salir en "Boardwalk Empire", cada día se gana más mi admiración.


  


En la segunda parte de la película Zack Snyder se deja notar, haciendo un despliegue de medios con respecto a la acción excesiva desde mi punto de vista, en una escena de guerra de casi una hora en la que la ciudad de Metropolis, queda reducida a añicos, es verdad que Superman consigue salvar la tierra (Lo siento por el “spoiler”, pero seguro que te lo olías…), pero a que precio…difícilmente podría haberla destruido más el malo del General Zod.

En conclusión la película deja un buen regusto, parece que se ha plantado una buena semilla, que hace soñar con que los frutos que puedan ser las próximas entregas, nos dejen un sabor de boca parecido a la segunda y la tercera entrega de la trilogía Batman de Christopher Nolan, en las siguientes pelis seguro que hay más libertad creativa, por no tener que volver a explicar los orígenes del personaje, habrá que ver como dibujan a Lex Luthor en la segunda entrega de la saga.



Lo mejor:

  • Un toque Nolan sobrevolando desde lo más importante sobre la profundidad del personaje y el tono, hasta el traje del Superhéroe.


  • Michael Shanon da vida al General Zod de manera inmejorable y Amy Adams acierta al salir en ésta siendo Lois, ya quería serlo en Superman Returns. (por lo visto es muy fan del cómic), y ha hecho bien al esperar a Zack Snyder.






Lo peor:

  • Demasiadas explosiones en una escena de guerra final que se me hace larga e innecesaria, seguro que para mucha gente esto es algo positivo y lo respeto mucho, pero desde mi punto de vista en esta entrega se han pasado con esto…Zack Snyder seguro que tenía presente, que quería explotar y reventar más cosas, que en "Iron Man 3" y "Los vengadores" juntos, y si ese era el propósito, lo consigue, pero a mí la acción me resulta algo excesiva.


Aquí dejo el trailer.






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