jueves, 18 de abril de 2013

Hotline Miami (Pc)

Te despiertas en un cuarto de baño putrefacto de look retro, ya sabéis, a lo Super Nintendo, y al salir, en el salón, eres recibido por unos hombres que llevan máscaras de animales puestas. Te interrogan, provocan, humillan y te dejan con más preguntas que respuestas. Después de ello volvemos unos meses atrás y en el contestador de nuestro piso tenemos un mensaje de un encargo. ¿Que es lo que vamos a repartir? Muerte a diestro y siniestro de las formas mas salvajes posibles: Bienvenidos a Hotline Miami.


Uno de esos juegos indie que vemos tan de moda últimamente, Hotline Miami es una mezcla entre Scarface, Saw, la Naranja Mecánica, Grand Theft Auto clásico (si,si, los había en 2d) y Asteroids de la ya vetusta Atari.

Lo primero que llama la atención es su presentación. Es fantástico ver como con un puñado de píxeles puedes crear un ambiente tan auténtico. Los colores gritan Miami ochentero a los cuatro vientos, con un uso excesivo cuasi epiléptico del rosa, el fucsia, los neones y los coches deportivos de aspecto horterilla. Alfombras innecesarias, contestadores automáticos y vestimentas americanísimas como la chaqueta del equipo de béisbol del instituto.


Acompañando a la ambientación va una banda sonora que empasta a la perfección. Tonos electrónicos con ese punto extremadamente yonki, pasado por la turmix del sonido de 16 bits (o reminiscencias de tal sonido) y tienes una de las mejores bandas sonoras que hemos podido escuchar últimamente.

Ahora bien, no solo de ambientación vive un buen juego. ¿Qué más?

El juego tiene una exposición narrativa bastante confusa, que de la forma más extraña, se agradece. Cada noche recibimos mensajes en nuestro contestador que nos encargan asesinatos pero no se sugiere que nuestro protagonista sea un profesional en absoluto. Simplemente lo hace, ¿por qué?
La respuesta nunca está clara, y tendremos que ir haciendo nuestras propias suposiciones sobre lo que está sucediendo, ya que ni siquiera la identidad de nuestras víctimas está clara. Sabemos que son criminales sí, pero ¿por qué tengo que ir yo a matarlos? y más importante aún ¿por qué lo hago voluntariamente?

Una vez metidos en el meollo argumental, empieza la esencia del juego: los encargos de asesinato. Funciona de una manera muy arcade: cuanto mas rápido, eficiente, original y descerebrado sea el reguero de cadáveres que vas dejando atrás, más puntos consigues. Tienes un arsenal de armas a tu disposición que podrás ir recogiendo de tus enemigos. Los controles son extremadamente sensibles. Es difícil apuntar con un arma de primeras, tal vez lo que sucedería en la vida real, y además los disparos alertarán a todo el mundo lo cual complicará tu situación.

Nada más morir 4 veces seguidas sin haber progresado, uno se da cuenta de que el juego es mucho más estratégico de lo que puede sugerir de primeras. Los enemigos de uno en uno, no son difíciles de matar, pero nosotros somos tan vulnerables como ellos en un 30 contra uno y empezamos desarmados. Muchísima prueba y error, pero afortunadamente no va cargada de frustrantes tiempos de carga o pantallas de game over. El juego te devuelve directamente a la acción nada más fracasar, y fracasar es algo que harás mucho en este juego.

Todos esos fracasos crearán nuevas estrategias en tu mente. ¿Entro en una habitación dando un portazo para tirar al suelo al guardia de la escopeta y planto cara al del cuchillo? ¿Mato al guardia de fuera de un escopetazo para que los 2 anteriores salgan de la habitación y emboscarles? Todas estas posibilidades deben ser consideradas para conseguir la mejor puntuación y vivir para contarlo.

A veces matar es un trabajo duro y por eso tenemos las emblemáticas máscaras que iremos desbloqueando a lo largo del juego. Cada máscara otorga al jugador una ventaja que puede ser crucial para su supervivencia, desde empezar con un cuchillo, hacer que los portazos maten o aportar munición extra al jugador. Usar la máscara mas adecuada a tu estrategia personal puede hacerte la vida mucho mas fácil y añade un pequeño extra de profundidad al juego.

Toda la estrategia, la prueba y error, el colorido, la música, esa máxima puntuación que esta vez consigo por mis santos cojones... todo apunta a una combinación de lo mas adictiva. Si este juego hubiese sido una maquina recreativa en los 90, se hubiesen formado colas para jugar, ya que la formula es la de un traga monedas perfecto. Si a eso le añadimos una historia ambigua que nos llena de preguntas e intriga, el juego se convierte en un gran candidato a ser comprado en las próximas rebajas de Steam.

Hotline Miami obtiene mi merecido






Lo mejor:
-La banda sonora es perfecta.
-Adictivo como muy pocos. Querrás volver a jugarlo para desbloquearlo todo.
-Rezuma personalidad, está muy bien diseñado.

Lo peor:
-Demasiado corto. Podría haberse beneficiado de cientos de niveles extra a lo Super Meat Boy.




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