No me refiero a películas que hablen sobre cine en su trama como “8 y medio”, o más recientemente “The Artist”, sino a una herramienta narrativa mucho más concreta y mundana, que cada vez que la veo se me erizan los pelos...
Me refiero a esa sensación en bucle, de estar viendo una película en la que los personajes que ves en la pantalla de tu televisión, a su vez están viendo otra película.
Esa
sensación tan placentera, de estar tumbado en el sofá, al calor de los rayos
del tubo catódico, y ver como otros, al igual que tú, se emboban ante la caja
tonta.




También
los hay más culturetas, como cuando en “Delitos
y Faltas”, Woody Allen
lleva a su sobrino, que ha hecho “peyas”
porque tenía un examen que no había estudiado, a ver una película de Edward G. Robinson, cine como válvula
de escape a problemas de la vida diaria, a los problemas que te golpean, como
en “Adiós muchachos”, cuando el cura
le pone a los chavales una de Chaplin,
para que se rían y olviden las penas, que les provocaban los que terminaron
calcinados en la anteriormente mencionada “Inglorious
Basterds”.


Los
Gremlins en medio del caos que provocan aprovechan para ver “Los 7 enanitos” en
un cine local, Gizmo, el pequeño
gran Gizmo, que es el único y verdadero héroe de la película ( porque Billy es un pagafantas…),
recurre a conducir un bólido descapotable en miniatura, para salvar a su amigo de
las garras del Gremlin macarra de la cresta blanca, que está a punto de hacerle
picadillo con una motosierra, a Gizmo esto se le ocurre porque ve por la tele como Clark Gable, conduce su coche a toda
velocidad por el circuito de Indianápolis.
En “Gremlins II”, el gran Gizmo, también recurre a las películas para enfrentarse a los malos, saca fuerzas de
flaqueza y decide imitar a Silverter
Stallone en “Rambo”, ataviado
incluso con una cinta para el pelo como bandana e improvisando un arco y unas flechas con cerillas.
Los
hay de “Serie B”, como en la película “The
Blob”, en la que salía un jovencísimo Steve
McQueen, en dónde en una de sus escenas finales, (que ha sido imitada un millón de veces), la gente sale despavorida
del cine porque a mitad de la película, al engendro pegajoso del espacio exterior, le entra hambre y
quiere comerse a varios de los espectadores.
Se ha usado en la comedia también, en “Arma Fatal” o “Hot Fuzz”, dirigida por Edgar
Wright, al personaje de Nick Frost,
un policía mediocre, que jamás ha disparado su arma reglamentaria y que se
pasa el día viendo películas de acción, no se le hubiera ocurrido, disparar al
cielo para evitar pegarle un tiro a su compañero de fatigas Simon Pegg, si no hubieran visto ambos “Le llaman Bodhi” la noche anterior.
Me
reservo lo mejor para el final, en mi película favorita de Terry Gilliam, “12 monos”, Bruce
Willis y Madeleine Stowe, están
en un cine viendo la escena de “Vertigo”
en la que Kim Novak, al ver el
tronco de un árbol centenario reflexiona sobre lo corta que es la vida, Bruce
Willis tiene la sensación de haber visto la película, pero no la recordaba de
esa manera, se entrelazan una escena de una película que están viendo los
personajes, que tiene relevancia para la película que tú estás viendo y una de
las mejores reflexiones que se han hecho desde el cine y sobre el cine.
La
película no es la cambia, la película sigue igual, pero tu manera de interpretarla
se modifica con el paso de los años y los diferentes revisionados.
Como
ya dejé claro en el post que le dediqué al director fantasma Alan Smithee,
desde mi punto de vista, algo no es importante si no ha salido en “Los Simpsons”, pues bien, hasta Matt Groening utiliza esta maravillosa
herramienta narrativa y se pone el traje del mejor Joe Dante o Robert Zemeckis,
en varios de sus episodios, y como en una peli ochentera cuando lo hace, esta
tiene una especial relevancia en los acontecimientos que se producen en la
historia.
En
el episodio “Take my wife, Sleazy” (T11,E08), lo recordarás por grandes
frases como, Tetitas Larou o pechitos McTetis…
Homer
gana un concurso de baile, el premio era una Harley Davidson, después de esto, el patriarca de
la familia está viendo una película de los años 50 en blanco y negro sobre “Los Cobras”, una banda de moteros y se le
ocurre la feliz idea de montar junto con Moe,Carl y Lenny la banda “Los satanases del infierno”, por
supuesto todo le sale mal, y una banda de moteros californianos, llega para
hacerle comer toda la ropa que tienen con el nombre de la banda, debido a un
problema sobre derechos de autor...
También
Matt Groening la utiliza en el episodio, “Wild
Barts Can’t Be Broken” (T10E11),
en el que en Springfield se impone el toque de queda para los menores de edad,
cuando los niños del apacible pueblo ven que se va a estrenar “El Sanguinariamiento”, ( tributo de Matt Groening a “El pueblo de los malditos”, 1960), deciden ir a
verla y para combatir a sus mayores, montan un programa a través de una radio pirata, que se llama "conocemos todos vuestros secretos"...(pronunciado con un lúgubre acento británico), que consiste en ir desvelando los secretos mas inconfesables de los habitantes de Springfield,
amén claro, de cebarse con el bueno de Homer cada vez que tienen el micro a mano…
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