Un ‘western’ en el espacio, no aquella cosa que
hizo el gran Eastwood, de ‘Space Cowboys’, sino uno de verdad.
Una ópera-espacial épica, en la que un ‘Ranger’ (Matthew McConaughey), lleva las riendas de una diligencia destinada a descubrir
el nuevo mundo, un tejano que silba las eses con una cadencia muy melódica y
que Nolan –creo que deliberadamente, llamó Cooper, como Gary- y como este,
también termina cabalgando solo ante el peligro.
Los inmensos planos generales de cualquier zona de
la basta meseta americana, son sustituidos por el silencioso espacio, para
protegerte del sol, hay escafandras en vez del ala del sombrero, y aquí las
sillas de montar están sometidas a una gravedad distinta, pero los códigos son
los mismos, estos centauros interestelares, encuentran un agujero de gusano que
conecta con otra galaxia en la que las olas parecen cordilleras y las nubes se
congelan.
Un grupo de pioneros y colonos que busca un nuevo
planeta dónde continuar con la especie, porque este mundo está en las últimas,
una historia ambientada en un futuro post-apocalíptico, etiqueta gastada por
recurrente en casi toda la ciencia ficción, pero que con el tratamiento de los
Nolan el resultado es muy distinto.
La comparación con ‘La Odisea’ de Kubrick es
inevitable, cierto que es mucho más
liviana y que no tiene ese tinte de película de culto, por cosas como que
Kubrick contrató un seguro contra pérdidas para cubrirse las espaldas, por si
se descubría vida inteligente extraterrestre, antes del estreno de la película.
Como en la obra maestra de Kubrick en ‘Interstellar’
también hay un robot, no tiene la sangre fría y el cálculo de HAL, pero Nolan
hace que lleve el peso del alivio cómico de la película, TARS es el nombre del
robot, que compagina acciones heroicas con un sentido del humor al que se le
puede programar la intensidad.
Es cierto que hay algunas obviedades que quizá
podrían haber sido más sutiles, no hace falta que el personaje que representa
la miseria y cobardía del ‘hombre’ se llame ‘Mann’, un ser humano podrido al
que da vida un como siempre genial, Matt Damon, a lo mejor son difíciles de
distraer ciertas irregularidades en la trama, ¿Te parece demasiado golpe a la suspensión de incredulidad el giro
final?, seguro que tienes razón, pero afortunadamente los personajes de
Nolan son elegantes como él, y como a éste le pasa con su cine, ella
también detesta lo digital, teniendo
manijas en ese reloj para poder encriptar partes de una formula en código
morse.
Christopher Nolan, vuelve a dejar que el tiempo
tome el pulso a la historia, como ya hizo con los grados del sueño en ‘Origen’,
como en aquella, la ambición del cineasta es aquí increíble y vuelve a salir
victorioso de la tarea de crear una trama absorbente con una estructura
circular, con elementos que orbitan sobre la trama, como planetas alrededor del
sol, como la arquitectura que tanto le gusta al director mostrar, ya sea
doblando París o un satélite en la órbita de Saturno, un anciano que tiene como
mantra un poema de Dylan Thomas, los exploradores del abismo a punto de entrar
literalmente en el corazón de las tinieblas, y Michael Caine que parece ser
eterno en todos los sentidos.
No parece envejecer, aunque pasen 27 años en la
película y con su quinta colaboración con Nolan, tiene una filmografía como
pocos en esto de la actuación.
A pesar de alguna inconsistencia, vuelve a ser
fascinante la facilidad que tiene Nolan, para desenmarañar algo muy complejo,
no creo que tengan razón los que le acusan de ser un director comercial como
otro cualquiera pero venido a más…lo que creo que pasa, es que como todos los
buenos hace parecer fácil algo que es muy complicado.
Agradezco que el cine comercial, tenga a un tipo
como él, te hace hacer hincapié en la realidad de las cosas, hace que
directores que juegan en esa división de presupuestos palidezcan, hace que a su
lado JJ Abrams y Zack Snyder parezcan Brett Ratner y Michael Bay.
Hay cierta corriente –que encuentro, un poco
absurda- que defiende que no le gusta Nolan porque es muy comercial, Nolan
tiene seguidores muy acérrimos, que pueden resultar muy pesados, como aquella
vez que trataron que ‘The dark knight’ fuera la película mejor valorada de la
historia en imdb, no solo dándole dieces a ésta película, sino puntuando el
‘Padrino’ I y II o ‘Pulp Fiction’ con un
‘1’…
El tipo parece una estrella del rock, más que un
director de cine, pero decir que no te gustan sus películas porque sus
hooligans son muy pesados, es como decir que no te gusta el buen queso porque
los franceses son imbéciles.
Es una tontería decir que no te gusta Nolan porque
le gusta a mucha gente, él no tiene la culpa del revuelo que levantan sus películas, ni
tampoco de que haya otras grandísimas películas (tan buenas o mejores que
ésta), que no atraigan ni la milésima parte de atención que las suyas.
Ha vuelto a hacer una de las mejores películas del
año, espero que ha Zimmer le nominen por la banda sonora, es increíble visual y
narrativamente y los hermanos Nolan vuelven a hacer una maravilla, en la que
además se empieza a ver un patrón, una firma como autores en la que reconoces
cosas que tienen un sello propio.
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