sábado, 6 de abril de 2013

Saturday Classics: Pantera - Vulgar Display Of Power

Buenos días damiselas y caballeros, espero que la resaca vaya bien porque tengo buenas nuevas. De aquí en adelante, cada sábado por la mañana, desde El Arte Muere tendremos listo para vosotros un clásico de la historia del arte universal. Pequeñas perlas degustativas (como esta palabra que me acabo de inventar) que, una a una, conforman buena parte de la belleza de este mundo. Como todo esto suena a cliché que lo flipas, el primer clásico ni es bonito ni es de este mundo. Si alguno tenéis discrepancias, siempre nos quedarán los comentarios para discutir.

¡Buenos días!

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La mejor portada de la historia

Pantera es una banda de metal con flow, y con pelotas. Cada vez que me pongo este disco, con los primeros 20 segundos mis niveles de testosterona ya han aumentado un 157% respecto a su nivel basal y las madres del vecindario han empezado a esconder a sus retoñas en los silos nucleares que construyeron para lo del holocausto de los Mayas (algún uso tenían que darle). Parece un buen comienzo, ¿verdad? Este es uno de esos álbumes que no envejece bien; envejece mejor. Da igual que seas indie, punk, rockero, metalero, disco, electro, clásico, jazzero o que te guste Justin Bieber, este disco se merece una escucha (especialmente si eres de estos últimos, donde se han dado casos en los que a los oyentes les crecen pelos en los huevos de repente. Magia).

Además tiene la mejor portada de la historia.


Nuestro pequeño homenaje
¿Quienes son estos tipos?

Pantera es una de las bandas de thrash metal más famosas y reputadas de la historia de la música, y con razón. Sin embargo, esto no fue siempre así. Fundada por los hermanos Vinnie Paul (batería) y Dimebag Darrel Abbott (guitarra) junto con Rex Brown en 1981, Pantera fue una banda de glam metal bien embutida en spandex hasta finales de los 80; todo súper ridículo y fuera de tono, pero era lo que se llevaba. Afortunadamente acabaron hasta las cejas (y también un poco hartos) y con la llegada de Phil Anselmo a la banda en 1987 la cosa dio un giro bastante radical hacia la imagen que todos conocemos.

En aquella época Dimebag se llamaba Diamond. Mas mono...
A partir de ese momento se lo empezaron a tomar un poco más en serio y fueron esforzándose en cada concierto y cada disco por tocar un poco más fuerte, un poco más rápido, con un poco menos de medios en la ecualización (guitarristas, denme un high five), un poco más bebidos, blasfemando más y destrozando más bienes inmuebles. Lo suyo era para darles de comer aparte, o más bien para darles de beber a parte.

De todas formas, si se convirtieron en un icono fue por algo, y no solo por ser un peligro para la supervivencia de la raza humana (si todo el planeta se hubiese comportado como ellos vas a ver tú cómo la especie duraba más de una semana...). En una época en la que hasta Metallica se había vendido al mainstream de la MTV, Pantera eran los únicos que seguían teniendo las gónadas para hacer lo que les diese la gana en cada disco y seguir petándolo en el Billboard sin publicidad y sin apoyo de las radios. Un hito, te pongas como te pongas.


Después de unos años, la banda se disolvió en 2003 y sus miembros siguieron caminos separados, con Anselmo en Down y los hermanos Ammott en Damageplan. Tristemente la cosa no duró demasiado, ya que poco después, un fan enloquecido subió al escenario en un concierto de Damageplan pistola en mano y decidió terminar con la vida de Dimebag pegándole unos cuantos tiros en la cara. Fue una tragedia y a mí se me siguen poniendo los pelos como escarpias cada vez que lo pienso.

¿Qué me van a tocar?

Vulgar Display Of Power es el equivalente musical a una patada en los huevos dada con mala hostia. Nunca antes se había tocado con tanta rabia y crudeza y nunca se ha vuelto a hacer, básicamente porque duele. Escuchando el album pista por pista, puedes casi sentir las lesiones que se llevaron a casa cada uno de los Pantereros después de cada sesión. Ya nadie riffea como Dimebag, machaca la batería como Vinnie Paul, aporrea el bajo como Rex o se deja las cuerdas vocales como Phil; nadie. ¿Por qué? Insisto: porque duele.

Black Tooth Grin: un clásico destrozahígados
Pantera no se hizo para ser sostenible en el tiempo, no se hizo para mantener un flujo constante de creaciones durante la vida de los Abbott y compañía hasta su jubilación musical o hasta que se pasasen al country, qué va. Pantera surgió como una necesidad vital para exorcizar de los cuerpos de sus músicos toda aquella mierda que llevaban dentro; y así suena. Objetivamente las guitarras suenan mal, las notas no están en su sitio, el bajo no se escucha, la batería está mal ecualizada y Phil Anselmo tiene unos nódulos como mis puños en la garganta; objetivamente, claro. Subjetivamente, tenían tan claro lo que estaban haciendo y le ponían tanta alma y tanto cuerpo a su música que suena sublime, espléndido; pura actitud.

¿Qué tal suena?

Como los ángeles, digooo... como Lucifer.

  • Mouth For War: El riff inicial sienta mejor que un café en ayunas un día de resaca. Con esos slides vacilones que parece que se van a salir de tempo en cualquier momento podría revivir John Bonham.
  • A New Level:  Por si quedaba alguno de pie tras el fogonazo inicial, demuestra que no hace falta saltarse trastes para ser imaginativo, que los compases de amalgama siempre sientan bien y que las transposiciones de semitono pueden funcionar si las metes a martillazos.
  • Walk: Ese riff. Ese. Riff.
  • Fucking Hostile: Si creías que Battery de Metallica era una cabalgada rápida, escucha esto. Y en directo la tocan más rápido todavía.
  • This Love: Un pequeño respiro en el camino. El estribillo es nu metal antes de que se pusiera de moda el nu  metal.
  • Rise: Como la anterior era demasiado lenta van a compensar. Metrallas a mogollón de bpm, compases troceados, cambios de todo fuera de contexto y un solito que te quita las ganas de tocar por respeto al espíritu de Dimebag..
  • No Good: Si no cabeceas con el preestribillo es que no respiras.
  • Living In A Hole: Ojo a la polirritmia que se crea en la intro y el estribillo entre el riff de la guitarra a 6/8 y la batería a 4/4.
  • Regular People: La voz no entra hasta el minuto 1:20, pero tranquilos porque no la echaréis de menos con la colección de riffs que tiene Dimebag para vosotros.
  • By Demons Be Driven: Al final de la canción, cómo empastan batería, bajo y guitarra y la reverb que se queda colgando de la caja; maravilloso.
  • Hollow: El puente es tan bueno que cuando la tocan en directo se saltan la primera mitad de la canción y pasan directamente a esa parte.

¿Me lo recomiendas?

Si es un clásico es un 10 sobre 10 en todos los baremos, un imprescindible en todas las colecciones y un imperativo si dices que disfrutas con la música. Puede no ser tu estilo, puede que te moleste el volumen, el sonido, las letras, la pinta, la actitud o el olor; da igual. Si nunca más vas a escuchar thrash metal en tu vida, haz que este sea el primer, último y único disco; aprenderás cosas.

Le doy 6 barbas rosas de Dimebag sobre 5:
-¿Pero no es sobre 5?
-Vete a quejarte a Dimebag al infierno si tienes huevos.






2 comentarios:

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