Hablando con Liam solté una de mis aseveraciones banales típicas: Netflix es la nueva HBO; a lo que el respondió, HBO no ha muerto, sigue siendo la puta ostia y además FXX también está al nivel.
Y tiene toda la razón. Aún así, no deja de sorprenderme el estándar de calidad que ha impuesto Netflix para si misma desde que se lanzó a producir sus propias series.
Sinceramente, tras ver la primera temporada de House of Cards pensé que era imposible que hicieran algo mejor; la calidad de los guiones, la dirección y, por supuesto, la interpretación, estaban a un nivel sobresaliente, cercano a los grandes referentes de la pequeña pantalla.
Y entonces llegó Orange is the New Black, que si no me gustó más que House of Cards, fue por poco; de la creadora de Weeds, una serie bastante mediocre en mi opinión, nos llegó una tragicomedia carcelaria de 10.
Este año, estando yo ya completamente enamorado del mundo Marvel a raíz de Vengadores y Guardianes de la Galaxia, habló Gon de que Netflix iba a hacer una serie de Daredevil. Sinceramente, entre la película de Ben Affleck y las series de Arrow o The Flash, mis expectativas no podían ser más pobres. Estaba en el más absoluto de los errores, Netflix lo hace una vez más y me deja con la boca abierta mientras veo un capítulo tras otro sin descanso.
Hace dos días empecé a ver otra nueva serie de Netflix, Bloodline, y otra vez más, una gran serie. Un poco por debajo de las otras 3 que hemos comentado, pero absolutamente recomendable.
Por ahora no falla, serie de Netflix que veo, serie a la que me engancho al instante. Y con la ventaja añadida de que sacan las temporadas de golpe, no hay que esperar cada semana al capítulo, si no que te la puedes ver del tirón en un fin de semana, que es lo que a mi me gusta.
Parece ser que este año llega a España, si es así, pueden ir contando conmigo.
Estoy viendo DareDevil y es una serie completamente brutal. Super bien hecha.
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