“La depresión es la imposibilidad de construir futuro”. |
Me
fui al cine el domingo, con este tono crepuscular (que poco me gusta ya esta
palabra…), sabiendo que presumiblemente, esta es la última película de uno
de los directores más interesantes de los últimos 20 años. Admito que me senté
en la butaca con la intención de ser indulgente, de ser agradecido con lo que
Soderbergh me mostrara fuera bueno o malo, y puedo decir, sin miedo a
equivocarme, que el de Atlanta,se ha despedido por todo lo alto, en mi opinión
con su mejor película, desde aquel año en que dirigió Ocean’s Eleven y Traffic.
SINOPSIS:
Efectos
secundarios, nos cuenta la historia de Emily (Rooney Mara), una chica con
tendencias depresivas, que acaba de contraer matrimonio con un chico, al que condenan
por información privilegiada. Cuando su marido (Channing Tatum), sale de la cárcel, Emily
sufre una profunda depresión, y después de un intento de suicidio, su nuevo psiquiatra (Jude Law), le aconseja seguir una terapia combinada con
antidepresivos.
Viendo
que el tratamiento no funciona, el nuevo psiquiatra, tras consultar con la
antigua (Catherine Z Jones), decide prescribirle una
nueva medicación, todavía en periodo de pruebas, pero los efectos secundarios
de esta nueva medicación, provocan que Emily se vuelva sonámbula, y durante uno de estos
periodos de pérdida de consciencia, Emily mata a su marido, incidente que deja ambos psiquiatras, y la protagonista, en un
triángulo de relaciones que se vuelve cada vez más enrevesado.
Tintes Hitchcockianos (qué difícil de
adjetivar es el apellido del gordito), en una historia que recuerda a películas
como Fuego en el cuerpo, o Perdición de Wilder. Contada con sobriedad, en un
tono contenido, para dejar al espectador atravesar, diferentes sensaciones con
respecto a los protagonistas de la historia. No quiero decir con esto que es
una de esas películas en las que se deja todo a criterio de la audiencia, ni
mucho menos, pero el guión está tan bien escrito, que sabe los huecos que hay
que dejar en blanco para crear la tensión y el desconcierto necesarios, para que
la historia sea atractiva.
Una
interpretación convincente de todos los actores, con Rooney Mara en su mejor
papel hasta la fecha, un Jude Law, elegante rozando la pedantería (Soderbergh
sabe darle papeles de tipos presuntuosos como ya hiciera, con su rol de
bloguero mesiánico en Contagio), y una Catherine Z Jones muy correcta, en su
papel de psiquiatra que parece comedida, pero que descubrimos, a medida que la trama se va descargando, que guarda intereses ocultos en esta historia,
ambientada en el mundo de la psicofarmacología.
Efectos
Secundarios pone punto final a la carrera de unos los directores más
brillantes del último cuarto de siglo, Steven Soderbergh, que se despide tras estas
declaraciones:
“Para que quede claro, no voy dirigir en cine, a falta de una palabra mejor. Pero todavía planeo dirigir cosas en el teatro, y me gustaría hacer una serie de televisión si se presenta algo grande.”
Steven Soderbergh.
Soderbergh
se retira después de unos años muy ajetreados en los que ha llevado a cabo dos
películas al año, cosa impensable para la mayoría de directores actuales. La
inquietud siempre ha acompañado al director de Atlanta desde que se presentara
en Sundance, con una película modesta como fue Sex Lies and Videotape, que fue
premiada en Cannes y supuso el detonante final para la explosión del cine
independiente americano, para tras esto, encadenar varios proyectos, hasta que finalmente, la academia le premió con un Oscar por Traffic.
Estas dos películas, suponen los dos polos entre los que ha basculado la
creatividad de Soderbergh, que siempre ha optado durante su carrera, por hacer
una para las productoras (Traffic, Trilogía Oceans, Erin Brokovich), y una
para sí mismo, (Sex Lies and videotales, Kafka, The King of the Hill).
Si
hay algún adjetivo que puede definir la dirección del camaleónico Soderbergh ese es versatilidad: capacidad para adaptar tu estilo a la obra y no al revés. Si en su primera
película se disfrazó del mejor Woody Allen, o en Traffic se puso el traje del
mejor Oliver Stone, o en Ocean's Eleven se vistió de Coen, aquí se disfraza de
Hitchcock, del mejor Hitchcock. Además, me da la sensación de que esta película,
es la que pretendía hacer Brian De Palma, cuando volvió a la dirección hace
unos meses con la película Passion.
Lo mejor:
-Tratar con respeto al espectador, sin tacharlo de estúpido, con un ritmo de la trama que sabe incrementar la tensión cuando es oportuno, además de unos giros, bien planteados en la historia, dónde se sabe qué dejar libre, para que, con la información suficiente, la audiencia rellene los huecos.
-Un guión bien escrito, en el que el espectador atraviesa una amalgama de sensaciones, en la que profesa empatía, rechazo y simpatía a los protagonistas. Una historia en la que la inquietud por saber cómo se resuelve el conflicto, se convierte en cambios de percepción con respecto a lo bien o mal que te caen los personajes, según se van produciendo los giros de la trama.
-Una gran interpretación de Rooney Mara, que aguanta el plano corto de manera perfecta, y una despedida como se merece de un gran director, que no podía decir adiós con algo como Magic Mike ó Indomable (Sus dos películas anteriores), y que sin embargo con esta, pone un punto final acorde con lo que su filmografía merece.
Lo peor:
-Saber que muy probablemente Soderbergh no va a volver dirigir para la gran pantalla, por lo quemado que ha terminado con respecto al trato que le han dispensado durante los últimos años, los grandes estudios.
-Una escena sensual, de la que no puedo decir mucho, porque sino desvelaría parte de la trama, en la que me ha faltado un poco más. Sé que no me explico bien, pero es por dejar suelto algo de intriga, simplemente no colma mis expectativas (anímate si quieres a verla y sabrás a que me refiero).
Veredicto:
3.5 / 5 pirulas.
Veredicto:
3.5 / 5 pirulas.
Aquí os dejo el trailer:
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