lunes, 22 de abril de 2013

La Pegatina - Eureka!


"¡Eureka!" significa literalmente "¡lo he encontrado!". ¿El qué? Pues ni idea, y como es de sabios escuchar, me escuché el disco entero a ver qué era.

Han pasado dos años desde el Xapomelön. Dos años durante los cuales los chicos de La Pegatina no han dejado de girar. Y es que los directos son como gasolina para ellos, que prácticamente sin descanso ya tienen listo su nuevo trabajo dispuestos a que pases el menor tiempo posible con los pies en el suelo.


Ficha técnica:

Artista: La Pegatina

Nombre: "Eureka!"

Año de publicación: 2013

Género: Rumba urbana ska punk bachata tropical con toques de cumbia.

El single: "Non è facile"

El Temazo: "Lloverá y Yo Veré"

La sorpresa: El final de "Sweet Culito". No digo más.

Maridaje: Primaveras, rayos de sol, tardes de La Latina y cerveceo callejero.

¿Quiénes son estos tipos?

La Pegatina son una pandilla de rumberos de Montcada, Cataluña. Empezaron en 2003 con Rubén (Rumbén, ¡juas! Seguro que no soy el primero, en fin...) Sierra (guitarra y voz) cantando rumbitas en la calle bajo el nombre de "La Pegatina Sound System". Un día iba Adriá Salas (voz) paseando por la calle, vio a Rubén, se lo quedó mirando y como no era una situación muy cómoda que digamos, Rubén le dijo que se cantase unos temitas con él a ver qué pasaba; el resto es historia. Después de esto llegaron Ovidi (Movidito) Díaz a la percusión y Ferran Ibáñez al bajo para cerrar la primera encarnación de La Pegatina, la del primer disco, "Al Carrer!".

4...
Pasó poco tiempo antes de que aparecieran en su vida Romain Renard y Axel Magnani, dos erasmus de la Bretaña francesa que tocaban el acordeón y la trompeta, respectivamente. Yo entiendo que si tienes un grupo de rumba y te encuentras por la noche a dos colgaos franceses que tocan instrumentos raros les digas que prueben contigo. Solo con mentalidades así pueden pasar cosas tan maravillosas como lo que pasó después.

6...
Así en corto, diré que sacaron su segundo disco, "Vía Mandarina", diré que lo pusieron en descarga directa en internet y diré una cifra: 1000000. Unid los puntos. A partir de ahí el nombre de La Pegatina se convirtió en sinónimo de buenrrollismo, buen hacer y conciertos espectaculares y su fama empezó a subir y a subir y a subir... En el curso de 6 meses pasaron de tocar en la sala Taboo de Madrid, una salita pequeña, así normalica, a reventar, repito: reventar Caracol. Por el camino reclutaron a Sergi López a la batería para darle un sonido más gordo en directo y dejar que Ovidi se centrase más en los colores de la percusión que en la base en sí.

...y... ¡7!
Después de esto, los chicos de Montcada no han dejado de crecer, y prueba de esto es el trabajo que nos ocupa. ¿Vemos qué tal está este "Eureka!"?

¿Qué van a tocarme?

Puf, ¡de todo! el color del disco toca todos los palos, desde las ya clásicas rumbitas callejeras hasta temas ska más hardcore, pasando por locuras latinas idas de olla e incluso algún temita acústico. La verdad es que les noto más experimentales que en el "Xapomelön" y confieso que eso me causa sentimientos enfrentados. Por un lado, La Pegatina siempre ha sido sinónimo de fiesta en directo, de saltar y de sudar tanto que al terminar no queda más remedio que comprarse una camiseta si no quieres coger una pulmonía (buena estrategia de marketing, ¿eh?). Por otro, este formato Rumba Rave pasado de vueltas se gasta muy rápido cuando escuchas el disco tranquilamente con tus cascos. Así estoy en este punto entre decir "qué guapos que les han quedado los matices" y "pero yo en directo paso de escuchar, ¡yo quiero saltar!". Lo bueno es que me los conozco y ya sé que en directo van a seguir siendo un cañón.


En primera escucha el disco me decepcionó un poco. No sé si es que hacía mucho que no tocaba el género, el clima o que me esperaba un Xapomelön 2.0, pero el caso es que no pasé de la tercera canción. Luego llegó la primavera y ya pude ahondar un poco más en el disco con bastante gusto; yo creo que era el clima. Es sorprendente la calidad de producción que han conseguido con este disco. Teniendo en cuenta que son una banda con batería, percusiones, bajo, guitarra, trompeta, acordeón y chorrocientas voces, y que además gustan de meter colaboraciones con la facilidad que yo me bajo espressos, es todo un mérito que se entienda todo. Con unos buenos cascos este disco es un gusto de disfrutar con los ojos cerrados, buscando instrumentos raros, colorcillos folklóricos y detalles de producción que de otra forma te perderías. Lo mejor es que si abres los ojos y te lo pones en plan banda sonora de la realidad funciona igual de bien.

Desde la primera canción hasta la última no hay un momento en el que te aburras. La Pegatina siempre han sido unos genios de modular intensidades durante los directos para mantener una cierta regularidad en la atención, las sonrisas y los saltos del público; el problema es que los discos les quedaban un poco planos. Este, sin embargo, les ha quedado redondo. No sé si ha sido natural o premeditado, pero da lo mismo. Yo me lo apunto como buen ejemplo de cómo estructurar un disco.

¿Qué tal suena?

Dan ganas de bailar; todo el rato; sin parar.

Non È Facile: Single y carta de presentación del disco. Pegatineo clásico con chapurreos de italiano y un excelente aperitivo. Ojo a los sintetizadores escondidos y el apoteósico final.


Olivia: Uno de esos clásicos con guitarrita que habla del buen recuerdo de alguna historia pasada en clave de mujer. Inventa el verbo sinvergüenzar, cosa que me parece maravillosa.

El Curandero: Primera torsión testicular. La primera vez la escuché en un autobús y me faltó el canto de un duro para ponerme a bailar con la abuela que tenía al lado. En directo tiene que ser un puntazo.

La Ciudad De Los Gatos Negros: En esta canta Rumbén. Como habla de gatos ya es buena por sí sola, pero si eres más de perros también tiene cosas para ti: "Dale la vuelta y vívelo". Ojo a los arreglos de guitarra del canal izquierdo en los estribillos.

Il y A: Interludio con aires de baile regional y percusiones de orquesta de pasacalles.

No Hi Ha Ningú: Rumbita en catalán, para que se vea que por mucho que crezcan no pierden las raíces. Ojo a cómo chapurrea la chica el estribillo en catalán; tiene magia.

Amantes de lo Ajeno: La... ¿baladita? Me recuerda a "El Cáliz De Fuego" del Xapomelön. Ojo a los arreglos de cuerda.

Odissea: Interludio fiestero. ¿Saltamos?

Mamma Mia: ¿Qué les ha dado en este disco con el italiano? Yo en el siguiente quiero ver polkas checo-moldavas. Temazo para directos, de estos que te deja la pierna marcando las negras sin querer y cantando "¡Mamma miiiia, mamma miiiia!". Ojo a la risa histérica del final.

Lléname de Veneno: Eufemismos variados de "fóllame" cantados en clave de rumba.

Bystro: Interludio que anticipa la que se avecina. Suena a orquesta de circo poseída por zombies.

Lloverá Y Yo Veré: El Temazo. Titulado como la pegadiza frase de "Miranda" del Vía Mandarina esta maravilla me pone como un Furby. Una obra maestra del ska punketa. Escúchalo y luego vuelve a escucharlo otra vez más.

Flors i Violes: Menos recargada y más relajada. La guitarra coge protagonismo y se pone a bailar con las vueltas que dan las percusiones alrededor de la batería mientras el resto miramos.

Ara ve lo Bo: La intro me recuerda tanto a Obrint Pas que duele. Será por los schratchings...

Sweet Culito: Con el mismo aire que los interludios del último de Paramore, pero mucho más mofas. La canción es de coña, pero el final es delirante.

¿Me lo recomiendas?

Al final es un disco de La Pegatina y pese a la novedad sigue sonando muy a ellos. Si te gustaban antes te seguirán gustando y si les tenías tirria se la seguirás teniendo, es ley de vida. Eso sí, si estás en el plano de los indecisos escúchatelo y dale una oportunidad porque está muy muy bien producido. Y bailar siempre mola, ¿no?

Se lleva 2 perros y 2 flautas de 5:


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