Encabezados como siempre por Josh Homme, el capitán de este peculiar barco pirata, el grupo ha vuelto a darle una vuelta de tuerca a su estilo como es habitual en su discografía, frenando un poco de tempo, apagando un poquito el espíritu rockero y subiendo a tope el sentimiento de oscuridad. Más que un disco de rock, suena como un disco hecho por auténticos rockeros que, ya cansados de gritar y subir los decibelios, buscan nuevas maneras de expresarse.
Eso sí, las guitarras siguen siendo grandes protagonistas como en cualquier otro de sus discos. Es una delicia escuchar paredes de guitarras harmonizadas en canciones como My God is the Sun o esos tonos oscuros, como de caja rota en If I had a Tail. Como novedad, en este disco Josh Homme se anima a poner al piano como protagonista en dos de los temas mas introspectivos del disco, The Vampyre of Time and Memory y Like Clockwork, el cierre del disco.
Las canciones suenan sorprendentemente cohesivas para lo diferentes que son en concepto. Existe una gran diferencia entre un riff directo y satisfactorio como My God is the Sun a una psicodélia cuasi homenaje a Bowie en sus mejores tiempos o con Fairweather Friends en la cual colaboran Nick Olivieri el ex- bajista y compositor de algunos himnos screamers de la banda y Mark Lanegan el colaborador mas habitual de la banda, que no tuvo ni un segundo de presencia en el anterior LP de la banda.
Hablando de colaboraciones, no se han cortado un pelo. Dave Grohl, Joey Castillo (el cual ya no pertenece a la banda) y Jon Theodore (ex- Mars Volta) a la batería. Con tal trío era difícil imaginar menos de un 10 como una casa en el tema de aporrear. También en labores de voz y algunos de ellos guitarras o incluso co-escribiendo: Alex Turner (Arctic Monkeys), Trent Reznor (Nine Inch Nails), Brody Dalle ( Distillers, Spinerette), Jake Shears ( Scissor Sisters), Alain Johannes (mi dios personal) y ni más ni menos que Sir Elton John. Con dos cojones. Fue el mismo quien llamó a Josh Homme comentandole de broma que Queens of the Stone Age necesitaba la presencia de una reina de verdad, y nada mejor que la reina madre del pop ¿verdad?
A pesar de tener a tanta estrella involucrada en el proyecto, Josh Homme siempre ha tenido un toque muy discreto y elegante a la hora de incluir éstas colaboraciones. Tendrás que buscarlas cuidadosamente y eso es lo que hace que merezcan la pena de verdad. Nada de ponerles en el escaparate para darle bombo a la salida del disco.
Estrellas a parte, la banda en esta ocasión consta de John Theodore a la batería, Dean Fertita a los teclados y guitarras, Michael Shuman al bajo, Troy Van Leeuwen a la guitarra y otros 17 instrumentos ( como es ya habitual) y Josh Homme en voz, guitarra y piano.
El disco de verdad es una pasada. Las canciones son adictivas, sexys, profundas, oscuras, peligrosas y de una calidad de composición e interpretación absolutas. Una review nunca es 100% objetiva ya que es pura opinión, pero en éste caso es muy complicado que no me salga el instinto de super fan de Queens of the Stone Age porque lo soy. Y mucho.
Éste está siendo un gran año para la música, lleno de LP's fantásticos, pero de momento para mí, éste se lleva la palma.
Le doy 5 premios Nobel sobre 5. Escucha obligada.
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