jueves, 4 de julio de 2013

Suzanne Collins - Los Juegos Del Hambre


¿Best Sellers para quinceañeras con calidad literaria de fondo? Venga. ¿Libros de 300 páginas devorados en día y medio? Vamos. ¿Historias absorbentes, fáciles y resultonas? Por supuesto. Yo creo que cuando Suzanne Collins se puso a escribir Los Juegos del Hambre se moría de ganas de forrarse a costa de tener en vilo a un numeroso grupo de adolescentes enamoradizas. Es de agradecer que por lo menos le echase ganas y por el camino escribiese algo de calidad. Porque digo yo que habrá que educar a los chavales como es debido, ¿no? Tipo como cuando tu madre te escondía las verduras en platos deliciosos sin que te dieses cuenta, pero con libros.

¿Quién es esta tipa?

Lady plagios

Suzanne Collins es una escritora estadounidense de Connecticut nacida en 1961. Sus periplos iniciales la llevaron a ser guionista de cadenas para chavalines, como Nickelodeon, lo que terminó desembocando en una dedicación completa a la literatura infantil y juvenil. Aparte de la aclamadísima trilogía de "Los Juegos Del Hambre" (donde también andan metidas "En Llamas" y "Sinsajo"), también ha escrito la pentalogía (¿se escribe así?) de las "Crónicas de las Tierras Bajas" (con reminiscencias claras a Tolkien, al menos en los títulos) y otro par de librillos sueltos sin tanto éxito.

¿Qué va a contarme?

Pues nada, esto es una sociedad futurista semidictatorial ambientada en el lugar geográfico donde antes estuvo américa que resulta que vive oprimida por el gobierno central. La población está dividida en distritos del 1 al 12, aislados entre sí y donde cada uno está especializado en la producción de un recurso (carbón, tejidos, cereales, etc) con los que proveen al Capitolio (la gran urbe) de todo lo necesario para vivir a todo tren.

El caso es que 74 años atrás hubo una rebelión que no salió demasiado bien, y aparte de aplastar a los rebeldes y hacerles la vida un poco más jodida, decidieron ponerles un recordatorio anual para que no se olvidasen del poder del Capitolio. ¿Un desfile? ¿Una comida? ¡Mejor aún! Una batalla a muerte entre adolescentes entre 12 y 17 años con concursantes calentitos recién llegados de los distritos. Cada año, cada distrito está obligado a mandar a dos chavales, un chico y una chica, a la arena para que se maten entre ellos hasta que solo queda uno vivo.


Aquí entra en escena nuestra amiga Katniss, la prota. Katniss es una vivaracha jovenzuela del distrito más pobre de todos, el 12, que las pasa putas para mantener a su madre y a su adorada hermanita. Para colmo, la madre no es que ponga mucho de su parte para el mantenimiento de la familia, por lo que Katniss es la única esperanza de supervivencia de su hermana. ¿Qué pasa? Que en el sorteo de ese año sale la hermanita, y por supuesto Katniss no tiene más narices que presentarse voluntaria en su lugar.

Y entonces empieza la fiesta.

A ver, seamos francos, la historia es casi un plagio de Battle Royale, la novela de 1999 del japonés Koushun Takami que después se convirtió en (un horror de) película. La historia de Battle Royale es... la misma con algún detallito cambiado. La excusa es distinta, pero los niños se matan exactamente igual. Lo que es gracioso es cómo Suzanne Collins dice que se le ocurrió el argumento haciendo zapping entre un reality show y las noticias de la guerra. ¡Sí claro! Y yo veo porno por el argumento, ¡no te jode!

Battle Royale: Una "fuerte influencia"

¿Por qué debería interesarme?

Porque engancha que es una locura. Cuando te quieres dar cuenta ya has pasado las 100 páginas y te has olvidado de parpadear en las 20 anteriores. Bastante loco. La historia es facilona y predecible, y el estilo, sencillo y fácil de leer; sin pretensiones, pero sin caer tampoco en la simpleza cromagnónica. Igual abusa un poquito de los puntos suspensivos, pero vamos, que es perdonable. Un punto que me gustó fue la narrativa en primera persona y en presente. Debe de ser que últimamente solo leía terceras personas y pasados, y fue bastante refrescante encontrarme con eso.

Aparte de la historia el libro no tiene mucho más. No te hace plantearte temas trascendentales, no te enseña sobre la vida, no discute sobre la moralidad, no te pone en encrucijadas morales demasiado serias... Es... muy... sencillo. Y a veces es lo que uno busca en un libro. Evadirse, ¿no?

¿Me lo recomiendas?

Sí. Si quieres un libro sencillote para el verano, uno que no te consuma demasiadas neuronas, uno que te deje con buen sabor de boca, uno para pasar el rato en la playa; entonces este es tu libro. Recuerda que este libro es lo que es: literatura de ficción para adolescentes. Y al mismo tiempo que le resta profundidad artística también le aporta esa ausencia de compromiso intelectual que tan tan bien viene a veces.

Yo me sentí como una quinceañera enamoradiza y lo gocé a lo más grande.

Le doy 3,5 sinsajos sobre 5:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...